La vida de una Empresaria suele tener retos continuamente, esto por un lado es agradable y por otro puede llegar a estresarnos, como me sucedió a mi el día de ayer.
En el trabajo pasó que un empleado solicitó permiso para no venir ciertos días de la semana, debido a que quiere dedicarse a estudiar, porque ocurre que todos los y las empleadas son estudiantes.
Recientemente la semana pasada otra empleada pidió unos días para realizar unas prácticas que le piden en la escuela, sin embargo dijo que su hermano podría venir en su lugar, mientras ella se desocupa, esto sería, al rededor de mes y medio.
Precisamente ayer se incorporó su hermano y se le ha estado capacitando al mismo tiempo que trabaja.
Ante esta situación ocurrió que comencé a estresarme, por las inesperadas salidas de estos empleados. Esto siginifica un reto para mi, pues voy a tener que suplir temporalmente al empleado que dejará de asistir ciertos días.
Después de hacer un análisis de qué convenía más, llegué a la conclusión que suplir al empleado era lo más adecuado, pues solo es temporal.
Aprendí con esta experiencia que no se debe perder la FE, aunque haya situaciones inesperadas y difíciles.
Tomarnos un tiempo de reflexión está bien y luego seguir adelante.
Como Empresaria he visto que hay que estar disponible al cambio, a la reorganización inesperada y comprender que esto es normal, luchar contra esto solo nos hará sentir peor y más presión. Es mejor aceptar y luego, mejorar lo que es posible.
En la medida que una Empresa se desarrolla rápidamente también se presentan Retos y es ahí donde el o la Empresaria debe Enfrentarlos.
Enfrentar un reto significa buscar soluciones, proponer, innovar, cambiar y aceptar.
Por lo que a mi respecta estoy organizando nuevamente mis actividades ante estos nuevos retos.
Y muy contenta porque en esta temporada de Otoño he comenzado a realizar piezas de bisutería
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