viernes, 15 de febrero de 2013

En busca de la PERFECCIÓN

Son las 7:30 en la Ciudad de Puebla, desde donde escribo.

Me encuentro en mi área de trabajo.
Estos días han sido sin grandes cambios en cuestión laboral y en relación a mis estudios de Lengua y Literatura Hispánica, estoy complacida porque he estado trabajando en temas de la Literatura Española del siglo XVIII al XX.

He aprendido muchos aspectos interesantes y he leído obras literarias que únicamente había oído de nombre.



En esta noche, quiero escribir a cerca de la PERFECCIÓN
Sí de esa situación que muchas veces perseguimos de una u otra manera.

Entre algunos de los mensajes que suelen darse en la infancia y que influyen para que se tenga una equivocada idea de la perfección, son:

  • Ser siempre el o la mejor
  • Destacarse entre todos los y las niñas.
  • Si algo se hace bien, desde el enfoque del mundo, así está bien.
  • Si hay algún error, seguramente un factor externo fue el que influyó
  • No se debe ser segundo en la clase
  • Se tiene que aspirar a lo mejor.

Este tipo de ideas predomina en el sistema educativo y como consecuencia en la sociedad. En las escuelas te enseñan que si eres la/el mejor estudiante te irá muy bien.
Todo con el propósito de imponerle a la persona el deseo de "perfección", pero una errónea perfección, en donde es necesario esforzarse para alcanzarla, sino, no se tiene valor.

Desgraciadamente es una "perfección" para mal, que únicamente te hace esforzar y que vivas constantemente afligido y buscando "ser mejor".

Sólo la PERFECCIÓN que es conforme a la voluntad de Dios es la mejor, esa es la verdadera PERFECCIÓN, la que Dios da.


Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en el cielo es perfecto.

Mateo 5:48

La Perfección es posible pero únicamente con Dios.


Recuerda no afanarte por una actividad, una meta, proyecto o lo que se le parezca, con el fin de alcanzar la "perfección", porque el mundo así dice que tiene que ser. Antes, todo lo que hagas debes meditarlo conforme a la Palabra de Dios, y de esa manera sabrás si conviene o no.


Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.
1 Corintios 10:23

Aquí es donde la persona debe sopesar las acciones y de acuerdo a las consecuencias que eso le produzca, sabrá si le conviene hacerlo o no.

También se nos dice:

Alégrate, joven, en tu adolescencia, y tome placer tu corazón en los días de tu juventud; y anda en los caminos de tu corazón, y en la vista de tus ojos; mas sabe, que sobre todas estas cosas te traerá Dios a juicio.

Eclesiastés 11:9

Así que al hacer algo, es importante recordar, que algún día daremos cuenta a Dios de nuestras acciones.

Busca la PERFECCIÓN, sí, pero la PERFECCIÓN que agrada a Dios.




 Todo lo hizo hermoso en su tiempo: y aun el mundo dió en su corazón, de tal manera que no alcance el hombre la obra de Dios desde el principio hasta el cabo.

Eclesiastés 3:11


No hay comentarios:

Publicar un comentario