lunes, 28 de noviembre de 2011

VIVIR EL DIA A DIA sin presiones ni preocupaciones

Es un placer escribir en este día de clima agradable.

La temperatura ha descendido en estas tierras coatzintecas y, eso para mi, es muy satisfactorio.
Aunque he de decir que solo me traje una blusa de manga larga al trabajo, misma que desafortunadamente para estas horas de la noche no me es suficiente para calentar mi cuerpo, pero ya solo me resta una hora de trabajo o un poco menos y me iré a casita a degustar un chocolate calientito en compañía de mi esposo.

Quiero compartir en este día mi experiencia respecto a Disfrutar el día de hoy.

En estos días que han transcurrido he tomado el día que vivo como el único que hay, sin tomar en cuenta las vivencias pasadas y sin preocuparme por lo por venir.
He puesto en práctica hacer las actividades que considero importantes y necesarias para el día y de esa manera me he dado cuenta que voy avanzando en mi carrera empresarial y sin presión.

He comprendido que hay días muy agradables, en donde nos ocurren vivencias gratas, satisfactorias y placenteras y otros en donde  nos suceden eventos desagradables que nos afectan de manera personal, pero este tipo de vivencias son escazos en la vida de una persona y por lo común es un cierto periodo nada más, de manera general, las personas que dicen llevar una vida triste, difícil, estresante, etc, son personas que no se han dado la oportunidad de sentirse bien, se la pasan considerándose víctimas de las circunstancias, se quejan y sólo sufren.

El vivir el día a día, me ha enseñado a verle el lado bueno a lo presente, a sacarle el mayor provecho y como dije al inicio, no me preocupo por el mañana, porque no lo veo y del pasado no me agobio ni permito que errores cometidos influyan negativamente en mi accionar presente.
Y en esas ocasiones cuando algun suceso desagradable se nos presenta, también conviene llorar, desahogarse, vivir, el proceso del duelo, como le llaman en psicología.

Por ejemplo hace unos días estuve con enfermedad de dolor de garganta y cuerpo, como lo mencioné en un post anterior, y llegué a preocuparme porque estaba en cama. Pero esa experiencia me trajo la enseñanza de que debo evitar la preocupación, incluso si me siento mal, me conviene vivir mi dolor, sabiendo que es el dolor de ese día y nada más.
Hay que evitar tener pensamientos funestos, solo por estar atravesando una experiencia que nos incomoda.
En casos muy difíciles también podemos pedir apoyo de alguien, para que nuestro problema se aligere al compartirlo.

Como dije, estas vivencias no nos afectan a diario, por lo que no hay razón para estar preocupándonos, depremiéndonos, agobiándonos, enojándonos, etc.

Lo que hay que hacer es disfrutar, sonreir, vivir al máximo y con mucha Fe.
Aprovechar todo lo que tenemos, que es mucho. Pensar en grande y cada día con nuestro proceder llevar a cabo acciones positivas, gustosas, placenteras, para nosotr@s y para otras personas.

Ya con el hecho de hacernos un día agradable a nosotr@s mism@s ya lo estamos haciendo para alguien. Porque nosotr@s somos una persona.

Asi que a Disfrutar del día y vivir el presente sin presiones ni preocupaciones.
Sonríamos y contagiemos a las demás personas de ese bienestar en que vivimos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario