Son aspectos necesarios en nuestra vida.
Ayer estuve despejando mi habitación y limpiando el comedor y obtuve como resultado una sensación agradable.
Deshacerse de objetos que ya no se utilizan produce este tipo de sensación y bienestar; al permitirnos despejar nuestro ambiente nos sentimos más holgad@s y con mayor comidad al momento de emprender nuestros objetivos.
Es de gran utilidad proceder al menos una vez a la semana de esta manera, en nuestros quehaceres cotidianos.
Y al menos una vez al mes darnos tiempo para rebuscar entre aquellas cosas que se encuentran en lo más recóndito de nuestro hogar, nuestro trabajo u otro sitio donde solemos estar y eliminar todos esos artículos que no usamos y que seguramente no usaremos.
Todos los días, es agradable al despertar ver nuestra habitación limpia y despejada, porque eso nos ayuda a sentirnos livian@s y nos da más ánimo al comenzar el día.
Luego si nuestro sitio de trabajo lo despejamos, de igual forma, procurando tener solo aquello que realmente urge y es necesario, nos hará tener también una mente despejada y relajada.
Insisto en que si empezamos a sentirnos bien con nosotras o nosotros mismos, entonces vamos a transmitir pensamientos y acciones positivas hacia las demás personas.
Recordemos que nuestra carga del día debe ser ligera.
Asi que me ocuparé en quitar de mi escritorio todo aquello que no me sea útil y despejar mi zona.
Más tarde quiero ocuparme otro poco de continuar despejando mi habitación y a su vez lo iré limpiando.
Es una mañana con poco sol en Coatzintla, pero se siente calor y el pronóstico indica más calor a mediodía.
Continuaré trabajando.
Y a deshacerse de
- Esos malos hábitos
- De esa flojera
- Esos correos que no usamos
- Archivos de nuestra pc que ni vemos
- Ropa que no usamos (es mejor donarla)
- Artículos rotos
- Y sigan la lista...
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